Leslie sacrificó su vida para salvar la de su hija de 5 años, quien terminó perdiendo una de sus piernas debido a la gravedad de las lesiones sufridas el pasado 20 de mayo en la tragedia del Estadio Cuscatlán.

La joven salió junto a su hija para disfrutar del partido entre el equipo de sus amores, Alianza F.C. y C.D. FAS, como tantas veces lo había hecho, sin imaginarse que esta sería la última.

Madre e hija quedaron atrapada en la estampida humana que se generó en el portón sur del sector de sol preferencial y terminó muriendo en el césped del escenario deportivo donde disfrutó de los campeonatos del cuadro albo.

“Me tocó levantar una señora que la estaban aplastando, esa señora se me ha quedado (muerta) en la cancha, yo tenía abrazada a su hija, con esa señora muerta”, relató Sandra Argueta, una aficionada que sin conocer a Leslie trató de auxiliarla.

La menor fue trasladada a un centro asistencial donde fue intervenida de emergencia, un día después su madre era enterrada.

Las autoridades han procedido con la captura de la dirigencia del cuadro paquidermo, quienes deberán responder por la irresponsabilidad cometida, que provocó la tragedia más grande de la historia del fútbol salvadoreño.