Una mujer de 84 años de edad murió a consecuencia de las graves quemaduras que le provocaron varios familiares en un ritual religioso con el que buscaban “purgar sus pecados”.
Los responsables del hecho pertenecen a una congregación en Misamis Oriental, una provincia de Filipinas, y serán procesados por el delito de matricidio.
Teofila Camongay fue arrojada a una pila de leña en llamas por los miembros de una secta, entre los cuales estaban varios de sus hijos y nietos, y que eran liderados por un joven de 21 años.
Al escuchar sus gritos, vecinos de la mujer corrieron a la escena del crimen, detuvieron a los cultistas y llevaron a la víctima al hospital de la ciudad, donde posteriormente murió de quemaduras de tercer grado en todas partes, dijo la policía.
Siete miembros de la congregación, entre los que se encuentra el líder, ya han sido capturados y se les sigue la pista a otros cuatro.
Las autoridades de ese país investigan otros hechos similares que pudieron haber sido ejecutados por la congregación que actuaba bajo las órdenes de Crisanto Ercilla.
Según la policía, el líder de la secta se había autoproclamado un gurú espiritual supuestamente poseído por el espíritu del difunto fundador y maestro de los Misioneros Cristianos Benevolentes de Filipinas (PBCM), Tomás Eugenio Sr., quien había enseñado a sus seguidores que él era la encarnación del Espíritu Santo, y que murió en 2004.